Dislalia

Es un trastorno en la articulación de uno o varios fonemas, distorsionándolos (sigmatismos /S/ , Rotacismos /R/ ) o sustituyéndolos por otro (parasigmatismos, pararotacismo...) al principio, en medio o al final de las palabras.

Puede ser por ausencia o por la alteración de algunos sonidos concretos del habla o también por la sustitución de estos por otros.

Se produce en personas que no muestran otras dificultades asociadas con el sistema nervioso central, ni en los órganos fonoarticulatorios. Los niños que padecen este trastorno pueden aparecer con frecuencia: distraídos, desinteresados, tímidos o agresivos y con escaso rendimiento escolar.

CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO

1. Presencia de errores en la articulación de sonidos del habla (Sustitución o alteración) al principio, en medio o al final de las palabras, tanto en su lenguaje coloquial como en repetición de esos sonidos cuando se le da un modelo de palabra que los contenga.
2. El sujeto tiene más de cuatro años.
3. No existe evidencia ni diagnóstico de hipoacusia, trastornos neurológicos, deficiencia mental, ni cambio idiomático.

EJERCICIOS Y ACTIVIDADES

Algunos ejercicios y actividades para trabajar la dislalia en casa con los pequeños son los siguientes:

• Imitar secuencias rítmicas del fonema en cuestión previamente escuchadas.
• Memorizar y reproducir secuencias de palabras en un orden determinado.
• Memorizar secuencias de ruidos de objetos habituales.
• Recordar elementos y secuencias simples de actividades de la vida cotidiana.
• Relacionar conceptos expresados oralmente.
• Escuchar e interpretar distintos tipos de sonidos (recepción y asociación auditiva).
• Localizar el sonido de una determinada sílaba.
• Repetir frases con los fonemas y sinfones alterados.
• Diferenciar onomatopeyas, sonidos de la calle, de la clase, casa…articulares.
• Repetición de series rítmicas y series de sílabas que se diferencian en una letra.
• Favorecer la movilidad lingual (desplazamientos laterales externos e internos, subida y bajada, chasquido,…) y la fuerza lingual.
• Articular correctamente palabras: 1-2-3-4 sílabas.
• Integrar los fonemas trabajados en logopedia en el lenguaje espontáneo.
• Praxias en el espejo (movimientos organizados, de mayor o menor dificultad, para pronunciar correctamente los diferentes fonemas: sacar la lengua, hinchar los carrillos, mover los labios…)
• Completar frases oralmente.
• Describir oralmente imágenes, acontecimientos y hechos sencillos.